lunes, 20 de julio de 2009

50 años de transición al socialismo


Una mirada desde Cuba
50 años de transición al socialismo


Traducido por Carlos Sanchis y revisado por Caty R.

En su discurso de enero de 2009, en la conmemoración del quincuagésimo aniversario del triunfo de la Revolución Cubana, el presidente Raúl Castro, conocido popularmente como Raúl, repitió el discurso, citado con frecuencia, de Fidel a los estudiantes de la Universidad de la Habana en 2005: “Esta nación puede autodestruirse… quienes no pueden destruirla son ellos (los imperialistas de EEUU); nosotros sí podemos destruirla, y sería culpa nuestra.”

Raúl recordó a los “líderes del mañana” que no deben olvidar que “ésta es la Revolución de los humildes, para los humildes y por los humildes” y que los dirigentes de la militancia “les impedirían destruir el partido”. Advirtió de los peligros que plantea el imperialismo de EEUU, dijo que los futuros líderes no deben “ablandarse con los cantos de sirena del enemigo” y deben “ser conscientes de que, en su esencia, (el enemigo) nunca dejará de ser agresivo, dominante y traidor.”(1)

No obstante, Raúl está abierto al diálogo con el gobierno de Obama siempre y cuando se respete la soberanía nacional de Cuba. Ha ofrecido el intercambio de todos los prisioneros cubanos “disidentes” (financiados por EEUU) por los “5 cubanos” —5 patriotas cubanos encarcelados injustamente en 1998 por haberse infiltrado en grupos terroristas de Florida para proteger a Cuba de actos terroristas como el atentado con bombas a un hotel de la Habana que se cobró la vida de un turista italiano en 1997-. El terrorista confeso, entrenado por la CIA, Luis Posada Carriles —que fue el cerebro del atentado al hotel y al avión civil de las líneas aéreas cubanas, en vuelo a Cuba desde Venezuela, en el que murieron las 73 personas de a bordo— anda libre por Miami mientras los 5 de Cuba permanecen en prisión. Diez años y medio después de su encarcelamiento, a dos de sus esposas todavía se les niega el visado estadounidense para visitarlos.

La defensa de Obama de los 47 años de embargo “para presionar por reformas democráticas” es inaceptable para Cuba y para el resto de América Latina. Este embargo y los actos de terrorismo patrocinados por EEUU, incluida la lucha biológica, le han costado a Cuba cien mil millones de dólares, han matado a 3.478 personas y mutilado a 2.099. Obama tampoco ha renunciado a los informes de la “Comisión por una Cuba Libre” de 2004 y 2006 que piden el derrocamiento del gobierno cubano. En 2008 el gobierno de EEUU presupuestó 47 millones de dólares para destruir la Revolución.

Para los cubanos, las principales metas, a principios del siglo XXI, de su proceso de 50 años de transición a nuevas formas y prácticas de socialismo revolucionario, incluyen las siguientes, proclamadas públicamente:

• Modernización de los ministerios consecuente con asegurar constitucionalmente el socialismo (2) y reducción de la excesiva e ineficaz burocracia.

• Superación de las desigualdades económicas y sociales derivadas del auge de las diferencias de clases de los noventa cuando se desplomó el comercio con el bloque soviético.

• Eliminación del “doble sistema monetario” introducido en los noventa de un peso nacional a un vigésimo cuarto del valor de un peso convertible (aproximadamente igual al euro) y el consecuente mercado negro y la distorsión del sistema de precios y salarios (3).

• Defensa de la soberanía nacional, fortalecimiento de la unidad nacional y consolidación y expansión de las acciones cubanas de solidaridad internacional.

• Facilitar las visitas familiares desde EEUU y los viajes al extranjero para los cubanos.

• Reforma del PCC (Partido Comunista de Cuba) en su Sexto Congreso Nacional a finales de 2009, ya que no hay modelos preestablecidos de socialismo (los congresos Cuarto y Quinto del partido, en 1991 y 1997, también introdujeron reformas).

Reestructuración y dinamización del Estado

En su discurso ante la recién elegida Asamblea Nacional del Poder del Pueblo, el 24 de febrero de 2008, Raúl emitió una de sus frecuentes convocatorios para reuniones con sindicatos, federaciones de estudiantes, grupos de mujeres, consejos municipales y otras organizaciones para elaborar listas de demandas populares para ayudar a crear una “estructura más funcional, con menos organismos bajo la Administración Central del Estado y una mejor distribución de sus funciones.” Antes, en septiembre-octubre de 2007, de una forma típicamente cubana, más de 5 millones de los 11,5 de la población de Cuba asistieron a tales reuniones y ofrecieron más de un millón de propuestas concretas.

El 3 de marzo de 2009, después de un año de reuniones masivas (interrumpidas a finales de 2008 por tres devastadores huracanes que causaron daños económicos sin precedentes en viviendas y cultivos), el Consejo de Estado anunció una reestructuración del Estado. Hubo “movimiento de cuadros”, nueve nuevos ministros asumieron sus funciones y se eliminaron dos ministerios debido a la fusión de los ministerios de Comercio Exterior e Inversiones Extranjeras y los de Alimentación y Pesca. Los cambios estaban dirigidos a empezar el abordaje de algunos problemas sociales reduciendo el número de burócratas y a dinamizar los ministerios y las agencias involucrados en la planificación económica.

Casi todos los nuevos ministros fueron promovidos desde dentro de la administración, y muchos vienen de una generación relativamente joven que desde los noventa ha asumido posiciones de liderazgo. Tres son mujeres, una de ellas de origen campesino. Un nuevo ministerio y un cuadro clave del cambio proceden del ejército. El general de brigada Salvador Pardo Cruz se convirtió en ministro del Hierro, Acero y Maquinaría Industrial Pesada, una de las muchas áreas económicas con fuertes entradas desde las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias). El general José Amado Ricardo Guerra reemplazó al secretario del Consejo de Ministros, Carlos Lage Dávila.

Dos importantes revolucionarios presentaron su dimisión, Lage y el ministro de Exteriores Felipe Pérez Roque. Ambos habían servido durante mucho tiempo y reconocieron que habían cometido “errores.” Lage, médico, fue acreditado para que la ayuda sacase a Cuba del crecimiento negativo de principios de los 90 introduciendo reformas del mercado, sociedades conjuntas con capital extranjero y negocios capitalistas a pequeña escala. Antes de su mandato como ministro de Exteriores, Pérez Roque fue asistente de Fidel. Ambos fomentaron la integración económica de Cuba con el resto de América Latina.

Gran parte de la prensa extranjera interpretó sus destituciones como una especie de “grieta” entre Raúl y Fidel, lo que dio lugar a que Fidel escribiera una enérgica “reflexión” en la que decía que le habían consultado aunque no era necesario desde que “renuncié a las prerrogativas del poder hace tiempo” y que “el dulce néctar del poder… despertó ambiciones en ellos que les llevó a jugar un papel indigno. El enemigo exterior edificaba sus esperanzas en ellos.”

Posteriormente, Fidel explicó en una entrevista con el respetado sociólogo argentino Atilio Borón que escribió aquellas palabras “para cortar de raíz los rumores sobre un conflicto entre los hombres de Fidel y los de Raúl. No podía, con mi silencio, dar crédito a tales tonterías”.(4) A mediados de marzo, oficialmente no se habían publicado detalles específicos sobre los “errores” que habían cometido Lage y Pérez Roque y de qué manera podían afectar a las futuras decisiones sobre la economía y las relaciones exteriores. Esto dejó muchas preguntas todavía sin respuestas.

Ejército defensivo

Analistas extranjeros de Cuba sospechan que las FAR bajo Raúl Castro son demasiado influyentes. Cuando el Estado recortó su financiación durante la crisis económica de principios de los noventa, las FAR se convirtieron en autosuficientes financieramente por medio de sus empresas, en general eficientes.

El ejército de Cuba es defensivo, no ofensivo. Tiene un costoso sistema defensivo de armamento sofisticado y “miles de kilómetros de túneles”, basado en la teoría de que “evitar una guerra es lo mismo que ganarla.”(5) En resumen, las FAR están bien integradas en la sociedad civil.

Durante los últimos 50 años, millones de hombres y mujeres, en palabras de Raúl, “han sido trabajadores, estudiantes, soldados o las tres cosas a la vez cuando las circunstancias, a menudo, lo han exigido.”(6) Recientes ejercicios militares han entrenado a 430.000 combatientes del más del millón de la milicia y la reserva, y esto no incluye los numerosos Comités de Defensa de la Revolución y las redes de resistencia que hacen “imposible atacar a Cuba sin aniquilar a su pueblo en armas.”(7)

“¡Nuestro ejército es el pueblo!”, proclamó Fidel Castro en 1959. De hecho, 50 años después el de Cuba sigue siendo un ejército del pueblo, no uno profesional, y está constituido, principalmente, por la generación más joven. Todos los varones aptos hacen el servicio militar de los 16 a los 19 años, y las mujeres a menudo también se unen al ejército.

Tres millones de cubanos son menores de 20 años. Casi todas las familias han participado en un momento u en otro en las FAR, aunque sus efectivos se han reducido en los últimos años. Los cubanos se sienten orgullosos de sus familiares que lucharon en Angola para ayudar a poner fin al apartheid en Sudáfrica. Asimismo, están agradecidos al personal militar que ha salvado vidas durante huracanes u otros desastres. Aprecian a las FAR por el trabajo educativo que llevan a cabo para sus tropas y para las comunidades locales, así como por su ayuda en la reforestación, la cosecha de azúcar, el desarrollo de las comunidades de montaña, y su colaboración en el cultivo de alimentos no sólo para los soldados sino para toda la población.(8)

El debate de los “cambios dentro del socialismo”

Los debates públicos se han vuelto todavía más extensos y variados desde 2007, cuando se hizo un llamamiento a más críticas sinceras y debates abiertos. Con base en las entrevistas que he llevado a cabo con varios miembros y líderes del partido, el PCC tiene diferentes puntos de vista en su interior. Parte del sector tecnócrata favorece reformas políticas parecidas a las de China o Vietnam. Algunos, aunque no todos, los veteranos y burócratas se resisten al cambio. Pero un creciente numero de miembros, como la sociedad civil en su conjunto, buscan formas de alcanzar un menor “verticalismo”, un socialismo cubano más descentralizado y participativo sin arriesgar la unidad y la soberanía nacional.

A juzgar por los medios de comunicación cubanos e innumerables conversaciones personales, los cubanos de varias generaciones, especialmente entre los menores de 45 años, anhelan cambios radicales “dentro del socialismo” (puesto que sólo el socialismo puede conservar la Revolución y sus beneficios sociales). Algunos quieren atacar los problemas de la alienación y enfatizan las ideas y el ejemplo de Che Guevara. La mayoría quiere superar la pobreza, reducir las diferencias de clases, introducir más creatividad con un control más directo de los trabajadores o de la comunidad y menos altas políticas estratégicas, en resumen, una transición a nuevas formas de democracia socialista al tiempo que se oxigenan las existentes.(9)

Varias reformas económicas ya están en marcha. Dos ejemplos señalan el dinamismo de la actual transición. El límite del salario que un trabajador puede ganar se ha eliminado como parte del esfuerzo para incrementar la producción y reducir el absentismo laboral. Ha comenzado una reforma agraria que permite el cultivo de tierras públicas por agricultores privados, normalmente cooperativas, a petición de los participantes, con subvenciones a los precios de los cultivos para reducir las importaciones de alimentos y hacer productivas tierras cultivables en desuso, que seguirán siendo de propiedad estatal. Sin embargo, aparecen nuevas complicaciones en el horizonte, entre ellas un potencial flujo considerable de dinero de las familias desplazadas de Estados Unidos que ampliarían la brecha entre los “nuevos ricos” y el resto de la sociedad.

Hasta ahora Cuba, posiblemente el único sistema socialista del mundo que sobrevive, pero con los problemas típicos de las sociedades de las pequeñas islas caribeñas, se las ha arreglado para escapar de las tragedias que destruyen a sus vecinos y lograr cambios revolucionarios de considerable magnitud. Su socialismo sui generis ha generado un alto nivel de educación, una población creativa que puede presumir de varios logros reconocidos internacionalmente en vivienda gratuita, educación y sanidad públicas, así como en la ciencia, los deportes, la cultura y el medio ambiente. Es un socialismo que siempre está evolucionando y “auto corrigiéndose”, como en las campañas de rectificación de los años ochenta contra el estilo soviético de influencias estalinistas; el “período especial” tras el declive del comercio con el bloque soviético en los noventa; o la exitosa “Revolución Energética.”(10)

La revolución cubana tiene hondas raíces históricas que impregnan la cultura cubana. Siempre ha sido un proceso complejo basado en realidades como la agresión exterior de EEUU. Continúa su transición hacia un socialismo internacionalista basado en las prácticas cubanas y en los valores desarrollados desde los primeros días de las revueltas de esclavos y la lucha por la independencia nacional, la justicia social, la libertad y la igualdad. Sus ideas orientadoras son las de “la ética” y el” amor” —la lucha por crear un fundamento moral caracterizado por la solidaridad humana y el amor a los demás. Por eso los nombres familiares cubanos incluyen a figuras históricas como Hatuey, Céspedes, Maceo, Martí y Mella.(11)

Una clave del éxito de la Revolución ha sido su internacionalismo. Martí, Fidel, Raúl y Che, como León Trotsky, siempre afirmaban que ninguna revolución sobrevive si se limita a un solo país. El renovado internacionalismo de Cuba también está históricamente arraigado en la cultura popular, marcada por nombres como Máximo Gómez y Che Guevara.(12) El soldado poeta y revolucionario Martí en las décadas de los 80 y 90 del siglo XIX, proclamo la lucha contra el imperialismo y llamó a la unión latinoamericana para enfrentarse a él. Al conceptualizar una utopía basada en principios éticos, Martí insistió en que “Patriotismo es humanidad” y “Patriotismo no es nada más que amor.” Martí forjó un partido político unificado porque entendía que era necesario, junto con la lucha armada, para lograr las metas revolucionarias. Esta es la herencia que hoy continúa guiando la transición de Cuba.

Durante los difíciles tiempos económicos de los noventa, en lugar de volverse hacia adentro, Cuba expandió su internacionalismo enviando más médicos, maestros y otros profesionales a países necesitados, un generoso movimiento que —junto con la ética básica de la Revolución— ayudó a salvar el socialismo de la isla. En 2004, junto con Venezuela, Cuba lanzó el ALBA —la Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe— un modelo de comercio de solidaridad humana. Hoy, el ALBA se extiende vigorosamente por toda la región mientras el mundo capitalista se debate en un estado de semi bancarrota.

Notas: (1) Raúl Castro, alocución en quincuagésimo aniversario, Santiago de Cuba, 1 de Enero de 2009.

(2) En 2002, la Asamblea Nacional del Poder del Pueblo enmendó la constitución para hacer el sistema socialista “irrevocable y que el capitalismo nunca regrese a Cuba. ’’ Ocho millones de cubanos firmaron una petición para el cambio.

(3) Un importante economista cubano me dijo en marzo de 2009 que unificar las dos monedas es un asunto económico social muy complejo que sólo puede efectuarse gradualmente a la luz de la crisis económica mundial y su impacto sobre Cuba (por ejemplo, los precios mundiales para la principal exportación mineral de Cuba, el níquel, han caído en picado)

(4) Atilio Borón, “Una reunión en primera persona con Fidel,” Página 12, 14 de Marzo de 2009, traducción del autor. Para la reflexión de Fidel, ver el artículo sobre Fidel castro en el sitio de noticias del 4 de marzo de 2009 http://fidel-castro-news.newslib.com/

(5) Raúl Castro, entrevistado por la periodista cubana Talía González Pérez, 31 de Diciembre, traducción del autor, http://www.cnctv.cubasi.cu/noticia.php?idn=12659. Los túneles almacenan importantes equipamientos militares, desde tanques a aviones, pero no barcos.

(6) Ver nota 1.

(7) Luis Britto García, “Cuba Revolucionaria,” Tribuna Popular, 28 de Diciembre de 2008. Traducción del autor http://luisbrittogarcia.blogspot.com/2008/12/cuba-revolucionaria.html.

(8) Para más, ver Susan Hurlich, “Three Celebrations,” People’s Voice, 15:1, 2007, 7 y 10.

(9) Una demanda implica derechos para gays y travestis. La hija de Raúl, Mariela Castro Espín, sexóloga profesional, ha abogado por una legislación que reforme el Código de Familia para garantizar a las parejas homosexuales los mismos derechos que a las heterosexuales. Según Castro Espín, aunque la sociedad es más abierta a los homosexuales que en el pasado, es necesaria una amplia campaña educativa. El PCC tiene homosexuales entre sus miembros. Mariela se plantea proponer en el Sexto Congreso del PCC que esta aceptación de hecho sea hecha explícita y obligatoria en los estatutos del Partido.

(10) Cuba es una potencia de categoría mundial en biotecnología e investigación sobre el cáncer. Su vivacidad cultural en todas las artes y en el pensamiento crítico es notable. La Fundación Mundial de la Fauna Silvestre ha nombrado a Cuba el país más avanzado del mundo en ecología firme y desarrollo sostenible. Los avances de la agricultura orgánica del “Período Especial” y las políticas de energías renovables y de conservación de la energía de la “Revolución Energética,” lanzadas en los noventa pero engranadas en 2006, han contribuido a este avance. Sin embargo, a causa de la de la devastación de los huracanes de 2008 y a pesar de la tasa de crecimiento económico del 8-11% de los últimos años, el “Periodo Especial” todavía persiste.

(11) Revolucionarios que lucharon por estos ideales. Hatuey fue un jefe indio quemado en la hoguera por los “conquistadores” españoles. Carlos Manuel de Céspedes proclamó la independencia de Cuba de España y el fin de la esclavitud el 10 de Octubre de 1868, empezando la “Guerra de los Treinta Años”. Antonio Maceo, un afrocubano, fue el principal comandante de la guerrilla. José Martí murió en 1895 combatiendo en la misma guerra, que acabó derrotando a los españoles antes de que la invasión estadounidense de 1898 ligara una Cuba “independiente” al interés capitalista de Estados Unidos. Julio Antonio Mella, asesinado en 1929, fue fundador y líder de la Federación de Estudiantes Universitarios y del Partido Comunista que rechazó “copias serviles de revoluciones hechas por otros hombres” y defendió a “los seres humanos que actúan siguiendo sus propios pensamientos y su propio entender, no por el razonamiento de pensamientos foráneos”. El triunfo de la Revolución Cubana en 1959 finalizó la lucha por la soberanía nacional.

(12) Gómez fue un afro-dominicano que se convirtió en el principal general a la cabeza de los combatientes por la independencia. Guevara nació en Argentina, se convirtió en un líder clave y en un pensador de la Revolución Cubana. Luchó en África, y en 1967 fue asesinado por orden de EEUU tras su captura en Bolivia.

James D. Cockcroft, inmigrante canadiense, ha llevado a cabo frecuentes viajes de investigación a Cuba. Es editor honorario de Latin American Perspectives y vicepresidente del Tribunal Benito Juárez, un proceso de la sociedad civil celebrado en México en 2005 que concluyó que las políticas de EEUU con respecto a Cuba se ajustan a la definición de “genocidio” de las Naciones Unidas. Este artículo está dedicado a Celia Hart (fallecida en 2008). Está publicado en Against the Current, Nº. 141, Julio/Agosto de 2009, http://www.solidarity-us.org/atc/current, http://www.solidarity-us.org/node/2273 .

Texto original en ingles: http://www.jamescockcroft.com/node/181

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